Crítica
José Hierro
Javier Carvajal
Ramón D. Faraldo
Luis Figuerola-Ferretti
Manuel Augusto García Viñolas
Rosa Martínez de Lahidalga
Carlos Arean
Isabel Cajide
José de Castro Arines
Venancio Sánchez Marín
Adolfo Castaño
Cirilo Popovici
Mario de Oliveira
J. R. Alfaro
Manuel Conde
Raúl Chávarri
Antonio Manuel Campoy
Joaquín Castro Beraza
Sobre Gloria Alcahud
José Hierro
PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LAS LETRAS 1981 - Por el intenso valor lírico de su obra, que supone a la vez un testimonio histórico y una actitud ética merecedores de público reconocimiento
Gloria Alcahud crea un mundo mágico de gran belleza fantasmal. Con estas obras afirma su interesante personalidad.
DIARIO "EL ALCAZAR" - Madrid, 20 febrero 1968
Sus obras no se limitan a ser festín para los ojos sino alimento para la sensibilidad.
"NUEVO DIARIO" - Madrid. febrero 1971
Arte que combina la solidez con la levedad, la materia con la más pura y desnuda emoción. En progresión constante hacia un centro donde se halla la pintura más pura, más esencial y alada.
"NUEVO DIARIO" - Madrid. febrero 1974
Javier Carvajal
Gloria Alcahud ha cumplido su promesa.
Sus intuiciones, sus búsquedas, sus descubrimientos, que, desde sus primeras experiencias, pusieron a los críticos en el poco usual trance de la coincidencia expectante y admirativa, se ha convertido en realidad lograda, punto de partida de nuevas etapas de su viaje sin retorno.
Desde sus ya lejanas primeras experiencias -más lejanas por el camino andado que por el tiempo transcurrido- hasta la obra que hoy nos ofrece, existe un ininterrumpido progreso logrado en el fácil esfuerzo de muchas horas de trabajo exigente y de meditación serena.
Gloria Alcahud sigue ahora su investigación, desde una técnica dominada y personalísima, que hace inconfundible su pintura, a través de colores, texturas, superposiciones, ceras, raspados, y veladuras trabajados con una manera de hacer insistente y ardua que transciende de la propia técnica en una voluntad expresiva y descriptiva de su mundo real y poético -nada tan real como la irrealidad misteriosa de nuestro mundo íntimo-.
Para Gloria Alcahud la Técnica no es el Ídolo, prepotente e insoportable, de mortal aburrimiento en su vanidoso silencio, que tantos otros, en su real incapacidad creadora y sugerente pretenden colocar en la cúspide del humano quehacer, sino el exigente instrumento imprescindible para contar, con rica y perfecta dicción cromática, aventuras pletóricas de sugerencias y de evocaciones sutiles capaces de hacer vibrar los resortes emocionales de quienes contemplan su obra, en una comunicación gozosa, que el mero preciosismo de una técnica sin alma no puede nunca conseguir.
Gloria Alcahud con un vocabulario de perfecta modulación y con un oficio que ya es maestría crea un mundo misterioso donde se adivinan realidades que se nos muestran con un inteligente intelectualismo que no excluye el sentimiento cálido, de poderoso impulso que transforma su mundo en restallante galaxia y que en sutilísimos matices de color nos hace penetrar su íntima y personal interpretación sugerente.
Gloria Alcahud nos presenta hoy una nueva etapa "con sus mecanismos terrestres", promesa cumplida, realidad alcanzada, camino que no termina.
Presentación libro de exposición "Mecanismos Terrestres"
Ramón D. Faraldo
Del francés Odilon Redon, creador de flores delirantes, escribía W. George: "Pinta como un honesto sonámbulo, tan honesto que su pintura nos convierte a todos en sonámbulos". Gloria Alcahud manifiesta un poder semejante. En su pintura no sabemos si lo real es vivido por nosotros o son los sueños los que nos viven a nosotros. En sus cuadros la convicción de observar algo que a la vez nos observa como en espejos, es casi preocupante. Aparte de propiedades mágicas singularísimas, las propiedades plásticas son destacables. Recuerda cine de Resnais y leyendas de Kafka y posee todo un suspense de lo que llaman "absurdos razonados". Es muy interesante su pintura, por no decir alucinante.
"DIARIO YA" - Madrid, 24 febrero 1965
Luis Figuerola-Ferretti
Gloria Alcahud ha puesto en ejercicio sus mejores facultades y conocimientos técnicos extraordinariamente dosificados, con los que consigue un amplio juego de efectos de gran eficacia plástica en cuanto · se refiere a transparencias y asociaciones tonales de positiva finura y elegancia expresiva.
Hay verdaderos hallazgos cualitativos, tanto en las armonizaciones de un solo color, como en los que juega con dos o más articulados con inteligente matización, que viene a situar a esta pintora en una alta cota del arte actual.
"HOJA DEL LUNES" - Madrid. l7 enero 1968
Manuel Augusto García Viñolas
El poder de encantamiento de la pintura de Gloria Alcahud es fabuloso. Yo confieso que he salido de su exposición soñando.
DIARIO "PUEBLO" - Madrid. 15 de febrero 1968
Rosa Martínez de Lahidalga
No cabe duda de que el arte es capaz de restaurar la inocencia, en la obra de G. Alcahud, como en la de otros grandes visionarios, la claridad, aun cuando sigue siendo el mayor enigma. Persigue la belleza.
Carlos Arean
En la obra de Gloria Alcahud hay un indudable trasfondo lírico, pero ello no evita que sea pintora por encima de todo y que se la pueda considerar, además, gran colorista, dado que, en cada lienzo, dentro de una gama única, consigue máxima variedad en tonalidad y en fusión textura-color.
Gloria Alcahud cree que en el transcurso de la evolución nada se para permanentemente en su ser. Está de acuerdo en que todo cambia en cada instante por todas las causas imaginables. Su aspiración final es captar en su obra este hacerse y este deshacerse de las cosas, aunque algunas veces llegue más lejos y ya no sean las cosas las que la conmueven, sino la propia materia que las conforma a ellas y a nosotros mismos. De ahí que esta obra descorra una pequeñísima punta del velo del misterio, pero siempre en medio de una niebla sonora.
"LA ESTAFETA LITERARIA" - Madrid 1968, 1972, 1974
Isabel Cajide
Unas obras que no dudamos en calificar de exquisitas.
Todos los cuadros bañados en una tenue policromía están deliberadamente tamizados para darles el tono ocre, azul o rosa que manda desde el fondo, también deliberadamente anulado para protegerlo, es decir, para que guarde la armonía debida. Pero no todo en esta obra se sumerge en las puras calidades: hay un rigor constructivo que sitúa el tema de las flores en un orden en el que la sensibilidad vertida en la materia se queda sólo en ornamento y bajo estos delicados juegos de transparencias se ve una inquietud formal, un rigor mental capaz de sacar a flote aun prescindiendo de la belleza de las calidades, una pintura enraizada en la austeridad; capaz también, por sí misma, de expresarse con toda independencia.
Gloria Alcahud ha conseguido una personalidad y una diferenciación que no nos gustaría ver desaparecer. No es tan fácil encontrar en el arte actual un acuerdo tan armonioso entre la materia y la forma, entre la técnica y la sensibilidad. Gloria Alcahud ha conseguido aplicar a sus "Flores para un mirlo", exactamente el procedimiento que le convenía. Y esto es un acierto.
REVISTA "ARTES" - marzo 1968
José de Castro Arines
Gloria Alcahud pinta como flotando por las cosas, como sin tocarlas, como arropándolas exclusivamente en su aroma. Estos como sueños son modos de la realidad en su temblor, pura armonía de las cosas; cuidadas cosas ciertamente. Cosas que, a la vez, se palpan y son como de aire. El mejor momento de esta inventiva.
DIARIO "INFORMACIONES" - Madrid. 24 febrero 1968 y 7 febrero 1974
Venancio Sánchez Marín
Lo que aquí se reconoce y lo que aquí se adivina es mucho, sumergido por la conciencia que pugna por nacer. O, al contrario, ¿es un mundo visto, tocado en todas las realidades de la observación y de la vida, que desnace al sumergirse en la conciencia, convertido en recuerdo, casi en un aroma? · Sólo sabemos que se trata de algo identificable y profundo que, simultáneamente, nos llega y se· evade, aunque deje el color, la forma, la cristalización de su huella imborrable en el cuadro. Madrid.
REVISTA "GOYA" - marzo-abril 1968
Adolfo Castaño
Pocas veces una obra pictórica se muestra tan mundo en sí misma como la de Gloria Alcahud. Para aquellos espectadores que se detienen en su superficie, sin penetrar en la serena intimidad de esta pintura, lo que ella ofrece de inmediato es su belleza evidente. Después de la admiración que producen sus obras por sí solas, el contemplador intenta descifrar el código que las ampara en su individualidad. Y como no aplica, corrientemente, la delicadeza necesaria, la sensibilidad precisa, se vuelve un. tanto decepcionado, se encoge de hombros, las califica de "herméticas" sin más. Esta obra es todo un universo coherente, equilibrado, en el que ha pulido sensaciones enriqueciéndolas con otras surgidas en cada momento de su trabajo.
"RESEÑA" - Madrid, abril 1971
Tocar una pintura de Gloria Alcahud es tocar carne viva. Por eso siempre hay que mirar con respeto la pintura -en ella dejó, el artista, minutos de su existencia, en ella perdió minutos de su vida-. En el caso de Gloria hay que leerla con mucha atención para entender estas cartas celestes cuyos mecanismos, esta vez, como siempre, nos comunica inteligente y bellamente.
REVISTA "BELLAS ARTES" - Madrid. abril 1975
Cirilo Popovici
He seguido con todo interés la evolución de esta pintora que es Gloria Alcahud. La primera nota característica de su obra es el material de base, o sea, la madera, para lo cual ha abandonado la tela clásica y convencional que no podría ofrecerle las cualidades de robustez que le ofrece este material. No se trata de una pintura sobre una tabla sino de una pintura que se estructura con la materia sobre la que reposa. El resultado es la aparición de un mundo propio, refinado y poético, que junta el saber pictórico con la fuerza de la inspiración.
REVISTA "S. P." Edición europea - Madrid. abril 1971
Mario de Oliveira
Cuando vi por primera vez los cuadros de Gloria Alcahud fui subyugado por los matices de sus colores y, sobre todo, por la metamorfosis de las imágenes, definidas por una variedad infinita de sugestiones de la realidad. Sentí que estaba en presencia de una artista con una gran sensibilidad. Unida a otros elementos de la naturaleza, la flor constituye su mundo emocional. Gloria Alcahud entra en la metafísica del paisaje y sus formas y colores determinan un dinamismo cromático. El espectador tiene la sensación de que se mueve constantemente ante continuas metamorfosis. Los cuadros de Gloria Alcahud están al lado de la música por cuanto tienen notas de una determinada escala cromática cuyos movimientos siempre multiplicados en sucesivas armonías ofrecen distintas posiciones, ordenados todos ellos dentro de la misma estructura.
La pintura de Gloria Alcahud posee una enorme carga expresiva y en ella el mundo real se transforma en poesía. Siente el paisaje como un poeta porque como dijo alguien: "el poeta dice más de lo que dice" y la ·pintura de esta artista tiene más significado del que expresa objetivamente. Toda la pintura de Gloria Alcahud es esencia y, por eso mismo, toda ella siempre está ritmada de maneras diversas hasta encontrar la verdad esencial y fascinante de los elementos inspiradores. Gloria descubre la belleza singular de toda la flora y sabe convertir lo inestético en estético. Por eso sus pinturas están determinadas por puntos de inspiración en los que la síntesis de forma y de color determina la belleza formal de su singular escepticismo.
"DIARIO DE NOTICIAS" - Lisboa. septiembre 1971
J. R. Alfaro
Personalidad y refinamiento: dos valores muy significativos en la pintura de Gloria Alcahud. La obra de esta pintora es como un compendio de ciencia y sensibilidad, de forma y color, de luz y materia, de composición y de detalle, de verdad inmediata y de transporte del alma. Nuestro tiempo, que disocia las cualidades para comprenderlas más rápidamente y sentirlas de manera más intensa, es poco accesible todavía a una síntesis tan fuerte como la que nos ofrece esta artista. Todo un mundo vegetal subterráneo anterior a su eclosión sirve a Gloria Alcahud para expresar con plenitud todo aquello que responde a sus propias leyes plásticas. Sus medios de comunicación son comparables a instrumentos de precisión. Para Gloria Alcahud, es cuestión de reavivar alegorías si de verdad deseamos ver el cuadro o reencontrar la esfera de experiencia de la artista que lo ha producido. La cultura histórica o crítica del arte debe permitirnos comprender los lugares internos que encadenan entre sí a individuos de una misma época y de un mismo lugar e instituyen entre los artistas una especie de política imaginativa a la que se someten, incluso, cuando se oponen. No recuerdo quien decía que con las ideas no era posible hacer versos, porque eran necesarias las palabras, como son necesarios los colores para hacer pintura.
Al pintar estas especies botánicas irreales que sirven de infraestructura a la composición, Gloria Alcahud pone una delicada ternura y un soplo de poesía, en que las inclinaciones marcan el sentimiento perfecto de la expresión vital.
"HOJA DEL LUNES"- Madrid. 12 febrero 1974
Manuel Conde
La pintura de Gloria Alcahud, para mí, podría equipararse a la poesía de Juan Ramón Jiménez, a la de un Paul Valery o a la música pura de un lgor Stravinsky.
"GACETA DEL ARTE" - Madrid. 30 marzo 1974
Raúl Chávarri
La pintura de Gloria Alcahud se ha ido consolidando en una indagación exploratoria del color y de la forma.
La artista inicia una nueva modalidad de la "naturaleza muerta", una revolucionaria y, al mismo tiempo, armoniosa pintura de motivos florales.
Los cuadros producen una sensación de imágenes sueltas desvinculadas del propio contexto al que pertenecen flores y plantas que acuden al encuentro del espectador definiendo y delimitando separaciones de planos y, al mismo tiempo, ofreciendo unos resultados de una indagación de color en sus diferentes gamas y tonalidades constituyen una amplia teoría cromática. La pintura de esta artista, partiendo de una nueva concepción del motivo floral, lleva a ofrecernos un increíble mundo mágico que baila ante los ojos del espectador con apasionado vigor, con excepcional y majestuosa soltura, como si heredera de viejas tradiciones la pintora hubiera recorrido libros y praderas desconocidos para buscar las muestras de esta flora singular-, unas veces poética y otras agresiva y hasta trágica, pero en todos sus aspectos testimonio de la fuerza creadora de una gran pintura de nuestro tiempo.
DIARIO "YA" - Madrid 20 enero 1975
Antonio Manuel Campoy
He aquí los frutos de la imaginación fingiéndose sobre elementos de una realidad muy concreta, no importa su escasa familiaridad con lo cotidiano. Aquí como en Cossío motivación temática y materia forman una unidad indestructible. La materia en Gloria Alcahud es un vehículo expresivo lleno de exquisitez, pero que por sí solo, como ocurre con Cossío, no varía. nunca la dimensión de su belleza. Esta suntuosidad matérica exige para realizarse en plenitud toda una poética de formas. Tal vez no exista en la pintura española actual una obra tan refinada como ésta, una sensibilidad tan acordada a su formación plástica. Es, como no, una obra fruto de larga experiencia, un fastuoso resumen de oficio e imaginación: algo que no es posible improvisar.
DIARIO "ABC" - Madrid 14 febrero 1974
Joaquín Castro Beraza
Gloria Alcahud se nos ofrece ya como el resultado de la decantación de distintas etapas.
Tema y dicción plástica en una síntesis acertadísima de las experiencias artísticas de los últimos años.
De la pugna entre figuración e informalismo, se ha quedado con lo más interesante de ambas tendencias y ha sabido aglutinar en sus obras el compendio de conclusiones que, de ambos postulados artísticos se desprendiera. Su obra actual, viene a confirmar a esta pintora como una de las artistas más sólidas con que cuenta nuestro actual panorama artístico.
"GACETA DEL ARTE" - Madrid. marzo 1974
Marcelino Cuevas
Islas misteriosas - Los paisajes inventados de Gloria Alcahud están llenos de magia y mensajes. Aunque su color preferido es el azul, todas las tonalidades tienen su sitio en estas enormes pinturas. Los últimos que ha realizado nos hablan de un mundo convulso y tienen la ferocidad de los rojos como motivo principal. Pero a Gloria le gustan los mares inmensos en los que se insinúan islas misteriosas. Los cielos llenos de luces sugerentes. Los universos más diferentes se materializan en sus lienzos, siempre al borde de la abstracción, pero, siempre también, escapando de ella.
"Diario de León" - León. 11 de agosto de 2014